“Una Generación De Gente Enojada”.
“Quítense de vosotros toda Amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”.
Efesios 4:31
El diccionario define el enojo como: “Un sentimiento de ira o enfado.” En Plural (enojos) también significa: “Molestia, disgusto, y pesar.” Nos ha tocado vivir en los postreros tiempos, los cuales también son tiempos de gente enojada. Basta caminar por las calles abordar un autobús, o hablar con alguien, para comprobar que mucha gente vive enojada: Enojados contra Dios, sus familias, sus vecinos, sus negocios, sus gobernantes, su país, etc.
Bíblicamente el enojo permanente no es solo un sentimiento, sino que es considerado una condición espiritual. La biblia nos enseña:
“No te apresures en tu espíritu a enojarte, porque el enojo reposa en el seno de los necios.” (Eclesiastés 7:9)
Cuando hay alguien que la mayoría de tiempo está enojado se debe a que el enojo reposa (otras versiones dicen “se ha anidado”)en su seno, es decir, en sus adentros, en su corazón. Es comprensible que la gente que no se ha entregado a Cristo viva enojada, ya que ellos no tienen al espíritu Santo morando en ellos ( Juan 14:16-17 ). Lo que no es aceptable es que la misma condición de fácil o permanente enojo exista en la iglesia de Cristo, la cual está conformada por gente que ha sido lavada por la sangre de Jesús, el Cordero de Dios (1- Pedro 1:18-21). Pareciera imposible que tantos pero tantos cristianos digan amar a Dios, se congreguen, canten alabanzas, prediquen, y hagan un montón de cosas con enojo en su corazón, pero es una realidad latente en la Iglesia.
El profeta Jonás es un gran ejemplo de un siervo de Dios que tenía enojo arraigado en él. Sabemos cómo Jonás se negó a obedecer a Dios (Jonás 1:4, Jonás 1:17, Jonás 2:1-10).
Una de las cosas cosas que más me impacta de la Historia de Jonás es primeramente la inmensa misericordia de Jehová nuestro Dios, pero también el hecho de que todo el Capítulo 4 de este libro esté dedicado al enojo de Jonás. La Biblia nos dice:
“Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.” (Jonás 4:1).
Pídele a Dios en ayuno y oración que cambie tu carácter. No seas como Jonás, no te enojes contra tus hermanos permanentemente. Ora por ellos y soportarlos con amor como Cristo te soporta a ti (Efesios 4:32). Cristo Jesús hace nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5). aún tu corazón lo puede hacer nuevo, y Él te ayudará si se lo pides, para que cuando Él venga por su Iglesia, no te quedes por estar enojado; Sino que todo tu ser sea irreprensible para volar hacia Cristo en el Arrebatamiento de la Iglesia ¡Amén!
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23).
Dios Les Bendiga.
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