La Gran Mancha de Júpiter
Observada por primera vez en el
siglo XVII por el científico inglés Robert Hooke.
Esta mancha es el más grande
vórtice de altas presiones que existe en Júpiter, y el más observado. Muy
semejante a una tormenta, se trata de un gran remolino con más 300 años de vida, que puede alcanzar vientos de 400 km/h. Es lo
suficientemente grande para cubrir dos veces el diámetro de la Tierra.
Se pensó que esta mancha era una
gran meseta. Pero esto fue descartado en el siglo XIX al determinarse que su
atmósfera estaba compuesta de hidrógeno y helio, es decir, era un planeta
fluido.
Esta mancha varía tanto de color
como de tamaño. En ocasiones su color puede ser fuerte y notorio. En otras
ocasiones su color puede ser muy pálido.
Está compuesta de nubes frías y
con una elevación mayor al resto de nubes que la rodean.
Esta mancha posee una fuerte
formación de tormentas recurrentes en su región Sur-Oeste.
Según datos de Glenn Orton,
investigador de la sonda Juno y científico de la NASA, esta tormenta a ha
disminuido de tamaño. Se estima que su vida durará aproximadamente 20 años.